MUJER, ¡OCÚPATE DE LAS MAMAS Y DEL ALMA!

El “Día Mundial contra el Cáncer de Mama” es un recordatorio para prevenir, detectar y combatir llamando la atención sobre nosotras mismas y la acción que estamos llamadas a ejercer, pero no solo sobre nuestros importantes y hermosos senos, sino más allá sobre nuestro ser como mujeres y personas.

Ocuparnos de la salud física y mental, el bienestar integral, el nivel de energía en el que vibramos, cuan conscientes somos en cada momento, si nuestro quehacer es coherente con el ser y el propósito de vida, como nos relacionamos con el mundo exterior o el tipo de relaciones que establecemos.

Dejemos de preocuparnos ante el cumulo de responsabilidades, actividades, compromisos y decenas de cosas que tenemos cada día, muchas de ellas autoimpuestas, porque nos hemos creído la idea aquella que somos irremplazables, inigualables, necesarias para todo y todos a nuestro alrededor, cuando la realidad es que nuestros padres, hermanos, esposos o compañeros de vida, hijos, amigos, etcétera sobreviven y muy bien sin nosotras. Sino lo crees ¡pruébalo! Tomate unas horas o días para ti, los que consideres necesario y deja tu casa, trabajo y todo eso que llamas tu mundo cotidiano, has un pare, retírate, ve de descanso o vacaciones, sin los tuyos, aunque parezca extraño, lejos de tu contexto. Es posible aun en estos tiempos 2020.

Con sorpresa reconocerás que si bien te extrañan, todos pasan la prueba muy bien, nadie muere y ojo hasta se divierten sin ti.

Regalémonos entonces a nosotras mismas la oportunidad de realizar el autoexamen de mama en forma permanente y en paralelo el autoexamen interno, para detectar tumores físicos y mentales, heridas en el corazón que quizás aún sangran o duelen a pesar del tiempo. Sanémoslas para que no dejan de sangrar o arder dando paso a la cicatrización.

Comprendamos con compasión aquellos pensamientos recurrentes que mantienen creencias auto-limitantes de incapacidad, imposibilidad e incompetencia.

Activemos la inteligencia emocional para atender, observar, expresar y dejar ir resentimientos, dolores o rabias del pasado que tanto carcomen.

Conectemos con la certeza de nuestra grandeza a pesar de las pequeñeces, las capacidades ilimitadas a pesar de los límites y la luz a pesar de las sombras, porque recordemos que el lado oscuro en nosotros esta para mostrarnos la claridad e impulsarnos a desarrollar nuestro potencial.

Elevemos y mantengamos en equilibrio la autoestima, columna vertebral de la psique y fuente de empoderamiento.Volvamos la mirada a las mamas, que nos conectan con nuestra condición maternal, filiar, esencia femenina y capacidad infinita de dar, pero que también nos recuerdan que como la leche que de ellas sale y alimenta, somos un manantial de riqueza interior del cual debemos ocuparnos para auto-nutrirnos y de ahí nutrir al mundo.

Asumamos la responsabilidad de cuidarnos, consentirnos y ante todo amarnos entonces nuestros senos serán reflejo fiel de nuestra armonía, belleza, plenitud, salud y felicidad.

Volver a quien en realidad somos, no solo para combatir las raíces, los orígenes, las causas base del cáncer de mama, sino para fluir siendo nosotras mismas, desterrándolo con la medicina interna, la auto sanación que tiene como máxima medicina el perdón y la gratitud.

Llego la hora de darnos amor desde la incondicionalidad para seguir irradiándolo a la humanidad un camino a la sanación y a la prevención.

 

Lenny Z. Pito-Bonilla Psicóloga @creacionpsicologiaXXI en las redes sociales.

 

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