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ACCION DE GRACIAS DIARIA

La palabra “gracias”, tiene el poder de arrancar una sonrisa, establecer comunicación, perdonar, sanar, transformar, fortalecer una relación, facilitar una interacción por encima del idioma, la religión o la cultura, equilibrar emociones, influir en lo positivo y facilitar la manifestación del espíritu.

Lialdia.com / Lenny Z. Pito Bonilla / Tampa/ Florida / 12/05/2015 – Gratitud estado natural que desde lo divino es un poderoso instrumento para caminar por el plano humano. Energía de la más alta vibración, que conlleva todo lo necesario para que como personas vivamos en plenitud, aceptemos la transformación, fluyamos con nuestros propósitos, permanezcamos en sincronismo con la felicidad y el amor incondicional, aun y a pesar de las situaciones adversas, de la violencia, del horror de las guerras y el terrorismo en que está enfrascada la humanidad, de las desigualdades, los miedos, las tristezas y todas aquellas circunstancias paralizantes que encontramos a diario.

De generación en generación se ha enseñado a dar las gracias, la raza humana a transmitido este valor porque sin importar las diferencias que nos separan, sabemos en forma intrínseca que ser agradecido y saber pronunciar desde el alma la palabra “gracias”, tiene el poder de arrancar una sonrisa, establecer comunicación, perdonar, sanar, transformar, fortalecer una relación, facilitar una interacción por encima del idioma, la religión o la cultura, equilibrar emociones, influir en lo positivo y facilitar la manifestación del espíritu.

El estado de gracia es parte natural de la esencia humana, por eso es tan importante que los mayores cada día lo recordemos, lo desarrollemos como una actitud y lo enseñemos a los niños. La vía para cultivarlo es a través de la práctica diaria, el reconocimiento de las bendiciones y los regalos cotidianos que el Universo nos da, el centrar la atención y la concentración en él, al aceptar los milagros de la vida, el experimentar el desprendimiento al agradecer y el vibrar ante la abundancia que trae consigo.

La medicina y la psicología impulsan el desarrollo de una actitud de gratitud, porque al vivir en ella la persona puede mantenerse en estados de salud a nivel físico y psicológico: Sentirse bien consigo mismo y sus circunstancias, manejar de manera inteligente sus emociones y niveles de estrés, impregnarse de pensamientos positivos y optimistas, reconocer en cada suceso de la vida por negativo que parezca el trasfondo espiritual y la enseñanza que conlleva, vivir centrado en su misión, producir serotonina, testosterona, cortisol, oxytocin, dopamina, etc., que mantienen a los sistemas inmune, nervioso y endocrino en alto. La gratitud es un tratamiento natural contra los desórdenes emocionales y mentales, relaja, serena, reconcilia, permite ver las diferencias como oportunidades que amplían la visión del mundo, lo que genera respeto por las mismas y produce paz interna.

El impacto de la gratitud en la vida familiar, en los centros educativos, la comunidad y la vida social en general es incalculable, mantiene los lazos afectivos aun en situaciones difíciles, criticas o dolorosas, previene el bullying, genera solidaridad y confianza, baja tensiones, pacifica ambientes, detiene la violencia y la confrontación e impulsa al dialogo, la solidaridad y la convivencia pacifica.

La gratitud es energía que viene del corazón y por tanto solo puede ser gestora de paz, porque al reconocer lo que recibimos y tenemos, expandimos en forma automática la capacidad para visualizar, atraer, crear y alcanzar lo que deseamos generando armonía, abundancia y equilibrio en medio del camino de la vida en conexión directa con el alma.

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