PERCEPCIÓN: PORTAL A LA GUERRA O A VOLAR EN PAZ

La invitación es a ponerle atención a nuestra capacidad innata de percibir, enamorarnos de ella y utilizarla a favor de nuestra evolución como seres humanos.

Lialdia.com / Lenny Z. Pito Bonilla / Tampa / Florida / 9/27/2016 – La vida en gran medida es cuestión de percepción, de aptitud y de decisión; a través de la primera recibimos, con la segunda comprendemos y la tercera nos lleva a responder ante personas, situaciones, posibilidades o la adversidad. Estamos dotados del libre albedrío para captar y a partir de ahí elaborar, en un proceso personal e intransferible porque nadie puede percibir y responder por ti o por mí. ¿Por qué entonces tantas veces nos dejamos influenciar a tal punto con la opinión ajena, que terminamos actuando en automático según ella? Sin la conciencia plena de nuestro proceso interno, el que nos pertenece, el que interactúa con nosotros mismos desde y hacia el mundo externo, a partir de la esencia individual y no de la del otro. En el camino hacia la humanización, estamos llamados a hacer de la manera como percibimos un instrumento de poder individual, que nos permita tomar cada decisión y realizar cada acción con plena comprensión y libertad, donde no haya cabida a la manipulación. Frente a cada decisión a tomar o antes de dar un paso adelante, detengámonos, entendamos lo percibido y “no traguemos entero” como dice el dicho popular.

En nuestro lenguaje cotidiano usamos en forma constante la palabra percepción o percibir cuando nos referimos a captar algo como: percibo ese aroma, un ambiente agradable en esta reunión, el enojo de mi jefe, la agresividad de mi pareja, el dolor de mi mascota, etc. y al referirnos a obtener o recibir por ejemplo, percibo un buen salario. Esto nos permite ver cómo la percepción hace parte de nuestra comunicación diaria, sin embargo la mayoría de las personas o de las veces, no somos conscientes de la complejidad de su significado y por tanto, de su poderoso impacto en nuestras vidas, no nos damos cuenta que ella puede ser la entrada a laberintos que nos llevan a perdernos en nuestras propias guerras internas o un portal de luz y paz, escoger una vía u otra depende de cada persona.

Para la psicología la percepción es una actividad cerebral muy compleja, un proceso fundamental de la mente tan importante, que supone que otras actividades como aprender, memorizar, pensar, tomar decisiones, asumir actitudes o actuar dependen de un adecuado funcionamiento de la organización perceptual. Entenderla lo mejor posible y hacernos conscientes de ella en nuestra vida diaria es una responsabilidad de todos, es un compromiso que tenemos con nuestra salud mental, no es un tema exclusivo de psicólogos, psiquiatras o profesionales del área de la salud mental y el desarrollo personal, ya que tiene que ver con el autoconocimiento, con voltear la mirada hacia nuestro ser interno y con la posibilidad de usarla como una herramienta de  empoderamiento desde la psique. La invitación es a ponerle atención a nuestra capacidad innata de percibir, enamorarnos de ella y utilizarla a favor de nuestra evolución como seres humanos.

Recordemos que cada persona es única, por lo tanto realiza un proceso perceptivo diferente al de los demás, de ahí que es tan importante el entendimiento de nuestra percepción personal, porque nos permite ver que en nuestras manos está el orientar esa capacidad para captar, recolectar información y tomar posesión de algo, tres momentos que integran precisamente lo que significa percepción del latín perceptio. Para la psicología la percepción es el primer momento de elaboración cognitiva o cognoscitiva, es decir esa primera instancia en la que la información que recibimos a través de los cinco sentidos, se transforma en algo que podemos asimilar, conocer, concebir y comprender lo mejor posible. Lo maravilloso es que también se da en forma contraria, es decir desde nuestro interior hacia el exterior y aquí entran en juego el sexto sentido, la intuición, el sentido común, es decir que la percepción es como el portal que permite el paso de lo que viene de adentro del ser y que se proyecta hacia afuera. Significa entonces que es una concepción de doble vía.

Visualicemos la percepción como un gran portal con su propio filtro, ubicado en  medio de la superautopista que en toda persona va de los sentidos, la piel o las sensaciones corporales hasta al cerebro y el corazón, a través de la cual se mueven de manera permanente información y señales. Con esta visión podemos comprender que depende  de cada uno dejar pasar de un lado para otro todo incluyendo contenidos de “guerra” o de “paz”, polos opuestos de la vida en general y de cada persona,que tiene libertad para dejar entrar y/o salir todo aquello que sea retroalimentador para uno u otro de esos dos opuestos estados internos. La “guerra” lleva al desequilibrio afectivo, emocional o mental, a las psicopatologías, los  conflictos o las crisis permanentes con nosotros mismos y con los demás. Mientras que la “paz” impulsa a la armonía, la plenitud y la felicidad a pesar de la adversidad. Frente a estos extremos, estamos llamados a buscar el equilibrio, haciendo que la balanza vaya del centro hacia la paz y no hacia el otro lado o peor aún permanezca ahí.

La percepción en su compleja función no trabaja sola, ella es muy inteligente y recurre a los sentidos y a diferentes sistemas del organismo físico, pero también a las memorias, que son guardianes de la información procesada y experimentada durante nuestra vida, de lo recibido de la historia familia e incluso del imaginario colectivo, donde están las creencias, concepciones e ideas o a las emociones de alta y de baja vibración. En otras palabras se recibe, interpreta y comprende a través del cuerpo físico pero también de la psiquis, lo que implica un proceso interno y esto nos permite entender porqué es que una persona percibe de manera única y diferente a otra, aún en las mismas circunstancias, es decir porqué alguien ve el vaso medio lleno y otro lo ve medio vacío. Tengamos en cuenta además que lo percibido puede ser para un individuo un estímulo, para otro una señal y para otro una sensación, por eso la percepción es maravillosa porque no es mecánica sino dinámica y en esa medida es una herramienta que tiene cada ser humano en su proceso de toma de consciencia, que lo lleva a ser agente de transformación frente a todo lo que le circunda, incluyendo el anclarse en la guerra o volar en paz.

ARTICULO PUBLICADO EN EL PERIÓDICO LONG ISLAND AL DÍA NY  http://lialdia.com/2016/09/percepcion-portal-a-la-guerra-o-a-volar-en-paz/

Nuestra gratitud para Isabel Imbrogno de Creciendo Contigo por la entrevista sobre Percepción y Psicología.

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