La Paz solo es viable, posible, real y duradera si viene del alma. Del alma de cada uno de nosotros, seres divinos viviendo en este planeta tierra
Lialdia.com/ Lenny Z. Pito Bonilla / Tampa / 9/22/2015 – La paz es una prioridad para Colombia y no se puede seguir posponiendo, declaró ayer el Papa Francisco desde la Habana. Imposible dejar pasar estas palabras y hoy no reflexionar con el mundo sobre la paz, ya que es prioritaria para mi país y a nivel internacional ante tanto dolor, sufrimiento, desplazamientos forzados y sangre derramada.
Durante este año he venido escribiendo en mi columna sobre ella, tema recurrente y hasta de moda, pero que parece inalcanzable debido a que no tenemos presente que nada vale a su favor, mientras tú y yo como personas no hayamos alcanzado un estado de vida pacifico, no vivamos bajo los parámetros de la cultura de la paz, no nos levantemos cada mañana con la decisión firme de agradecer, de permanecer en armonía interior, de tener fe, de seguir nuestro propósito de vida y de ser felices a pesar de los ires y venires de la cotidianidad, de la adversidad y de las situaciones difíciles a superar.
La paz no depende solo de la buena voluntad de los pueblos, del liderazgo político, económico y religioso, de las marchas, de los esfuerzos loables de tantos y tantos grupos, organizaciones y comunidades, de las palomas, las banderas o las ropas blancas, de las conversaciones, los tratados y la firma de acuerdos entre partes en conflicto. Ella solo es viable, posible, real y duradera si viene del alma. Del alma de cada uno de nosotros, seres divinos viviendo en este planeta tierra, del alma de la humanidad, del alma de las naciones.
¿Qué soy como persona, quien soy, en qué nivel de armonía y vibración energética estoy, cuál es el grado de liderazgo con el que oriento mi vida, con qué inteligencia manejo mis emociones, guio mis pensamientos y construyo mis relaciones? Tus respuestas son un indicativo acerca de cómo está tu paz interior y de ella depende la armonía que proyectas hacia tu vida personal, familiar, laboral, profesional, comunitaria, social y al mundo, pero más importante aún, es que dependiendo de lo que ofreces desde tu alma, recibes del Universo, porque eres reflejo. Si vives en paz, la irradias de manera natural sin esfuerzo, eres testimonio y entonces, sin hacer nada, la recibes del mundo exterior. No darás cabida a la guerra y serás inmune a las balas, vengan de donde vengan, no te podrán dañar porque eres luz del mundo… Cuando cada uno como persona comprendamos este mensaje que viene de nuestro espíritu, podremos tener la seguridad de una existencia en paz.
Publicacion original de:
Creación Psicología XXI 